A estas alturas, cada vez son más numerosas las empresas que se dan cuenta de que deben automatizar tareas para así sobrevivir en el mercado. Al mismo tiempo que se automatizan tareas más rutinarias, también se avanza en el uso de determinadas aplicaciones que ayudan a aumentar la productividad y ampliar el mercado de sus productos.
Sin embargo, todavía hay muchas empresas que son reticentes a este tipo de servicios porque tienen la sensación de que están alquilando un software. Lo cierto es que cada vez son más las empresas que necesitan diferentes softwares para dar soporte a todos los servicios que ofrecen o necesitan.
Aquí es donde entran en juego las aplicaciones SaaS, Software as a Service, que son un modelo de distribución de software en el que todos los datos manejados están alojados en un único servicio externo. De esta manera, los usuarios se conectan a aplicaciones alojadas en la nube. Aquí, el cliente contrata un uso y no tiene que preocuparse de disponer de una infraestructura hardware para soportarlo, ni contar con proyectos de desarrollo o implantación, ya que está todo alojado en una nube.
Todo este cambio en el consumo de aplicaciones software viene acompañado por lo que denominamos pago por uso y hace que las variables de crecimiento y control de los negocios cambien.
Actualmente, una de las razones por las que los modelos Saas tienen tan buena fama es porque están significando la transición a un modelo en el que la facturación se realiza de forma recurrente y evita complejidades, tales como el mantenimiento de las diferentes versiones. Asimismo, el contacto constante con el cliente final posibilita la planificación de upselling con los mismos.
Ventajas del Software as a Service en la empresa
Entonces, ¿el Saas es un modelo que poco a poco irá llegando a todas las organizaciones empresariales o, por el contrario, estamos tan solo ante una moda? Vamos a explicarte cuáles son sus ventajas principales para que entiendas por qué lejos de ser una moda pasajera se está consolidando como una atractiva solución para diferentes sectores.
- Rápida puesta en funcionamiento: En lugar de enviar paquetes de software y adjudicar licencias, el cliente solo debe “conectar” para comenzar a trabajar.
- Apenas requiere mantenimiento, lo que supone un gran alivio a los trabajadores, sobre todo para los departamentos de informática que no se tienen que ocupar de las instalaciones, licencias, actualizaciones o mantenimiento.
- A la hora de incorporar nuevos trabajadores a la empresa, su integración es muy sencilla, ya que basta con realizar un nuevo registro en la herramienta.
- Ayuda al teletrabajo, ya que se pueden utilizar estos servicios en diferentes dispositivos, ya sean fijos o móviles. Esto se debe a que el software no está ligado a un puesto de trabajo, sino que al estar alojado en la nube, los empleados tan solo tienen que registrarse con su usuario y contraseña.
Aplicaciones Saas que ya utilizas
Puede parecer que las aplicaciones Saas son muy modernas, pero lo cierto es que ya llevamos tiempo utilizando algunas de ellas, bien sea para el trabajo o de manera personal.
Por ejemplo, Gmail es un servicio que ya llevamos utilizando tiempo y que gracias a sus diferentes aplicaciones nos permite trabajar desde cualquier parte del mundo conectándonos únicamente con nuestro correo electrónico y la contraseña.
Slack es otro ejemplo de Saas que cada vez es más utilizado por las empresas. Esta herramienta clasifica las conversaciones en canales y después en hilos se delimitan otras más específicas. Además, ofrece una amplia selección de aplicaciones para instalar.
Las herramientas web basadas en Saas pueden adoptar un procedimiento entretenido a la hora de ofrecer soluciones para proyectos de trabajo. Este es el caso de Trello que reúne tareas, resultados y consultas en tarjetas interactivas, que los miembros autorizados de la red pueden editar o desplazar.