La vertiginosa evolución tecnológica en la que está sumergida nuestra sociedad, hace que las soluciones derivadas de la aplicación biométrica se estén multiplicando.

Esta avalancha en la oferta, unida a que la evolución tecnológica, hace que varíen las bases técnicas que sostienen al sector implicado provocando que, en ocasiones, la información pueda llegar con mensajes confusos al cliente final o bien dicha información puede quedar obsoleta rápidamente.

Vamos a poner el foco en soluciones que dan respuesta al mundo de la seguridad, como son los sistemas control de accesos y de la captura de datos como son los sistemas de control horario y en concreto, los sistemas basados en la identificación biométrica (huella dactilar, reconocimiento facial, etc.…).

En estos momentos los productos asociados a los sistemas de control de accesos con un mayor índice de penetración en el mercado, son los sistemas de proximidad y los sistemas biométricos de huella dactilar.

Se están incorporando con mucha fuerza en el sector los sistemas biométricos basados en el reconocimiento facial, impulsados también por otro tipo de aplicaciones, como son las de análisis de video dentro de los sistemas de CCTV.

En este contexto intentaremos dar las claves a la hora de elegir una tecnología de captura, ya que posiblemente esta decisión variará en función del tipo de aplicación, de la localización del sistema de captura, del nº de usuarios que van a usarla, circunstancias del entorno y confianza en los usuarios, etc…

A la hora de evaluar las características deseables en un sistema biométrico debemos tener en cuenta:

1. Grado de aceptación

El nivel de aceptación de los usuarios que van a usar el sistema con respecto a la captura del rasgo biométrico, ya que algunos sistemas pueden ser considerados intrusivos (por ejemplo, los sistemas basados en el reconocimiento del iris o de la retina) o tener los usuarios la percepción de que el proceso afecta a su privacidad (por ejemplo, los sistemas de huella).

2. Universalidad

Un sistema biométrico será universal si todos los individuos susceptibles de ser identificados tienen dicho rasgo. Por ejemplo, en el caso de la huella dactilar encontramos que más de un 96% de la población tiene una huella legible

3. Permanencia

Característica determinada por la no variación de los rasgos biométricos con el paso del tiempo. Por ejemplo, la huella se forma en la etapa fetal y permanece, estructuralmente, inalterable a lo largo de la vida

4. Unicidad

El sistema de captura de dicho rasgo biométrico hace imposible encontrar a dos individuos idénticos.

5. Mensurabilidad

Lo determina la capacidad de poder capturar el rasgo biométrico y medir de forma precisa las características que conforman dicho rasgo.

6. Comportamiento

Bondad del método de reconocimiento que ofrece una técnica biométrica. Suele ir evolucionando con el tiempo, conforme dicha técnica va madurando

7. Resistencia al fraude

Bondad del método de reconocimiento para tener tasas bajas de falsas aceptaciones y falsos rechazos.

Atendiendo a todos estos parámetros, si lo que hacemos es estudiar cuál es el sistema más adecuado para implantar en nuestra organización, nos daremos cuenta que la decisión va a depender de múltiples factores y que serán aquellos a los que le demos un mayor peso, los que nos decantarán en un sentido u otro.

Comparando dos sistemas biométricos distintos

Si, por ejemplo, comparamos en el momento actual, dos buenos sistemas biométricos (uno de huella dactilar y otro de reconocimiento facial) veremos que, en cuanto a comportamiento, permanencia, unidad y resistencia al fraude, la huella nos da unas mejores prestaciones, mientras si medimos el grado de aceptación, la mensurabilidad y la universalidad del reconocimiento facial obtiene una mejor calificación.

Podríamos concluir que actualmente el reconocimiento de huella dactilar es la tecnología biométrica del presente y el reconocimiento facial la del futuro.

Al repasar las principales características de cada uno de estos sistemas y compararlas no se debe perder de vista una máxima que se debe aplicar en el proceso de selección de un sistema biométrico:

  • El compromiso entre comodidad/operatividad y seguridad.
  • Relación coste/beneficio.

Nuestra recomendación a la hora de aplicar tecnologías biométricas para identificar personas será:

  • Elegir tecnologías de calidad (no hay que perder de vista la relación coste/beneficio).
  • Análisis riguroso acerca de cuál es la tecnología más adecuada teniendo en cuenta que dependerá de múltiples factores.
  • Implicar a los usuarios finales de cara al grado de aceptación.
  • Asegurarnos que cumplimos con la LOPD.

Por otro lado, no se debe perder de vista la rápida evolución que estos sistemas están teniendo actualmente.

Los últimos estudios realizados calculan un crecimiento del mercado de la Biometría Facial del 10% anual desde el 2014 al 2020.

Parece evidente que los sistemas identificación biométrica son un producto de presente y de futuro, pero para tomar la decisión adecuada hemos de realizar un estudio serio y no trivializar nuestras decisiones.